La quiropodia es un tratamiento médico realizado por un podólogo que tiene por objeto tratar y curar las enfermedades o alteraciones de los pies.
La pedicura es un tratamiento de carácter estético, solo puede tratar las durezas o callosidades de manera superficial. El tratamiento se realiza por un/a esteticista.
No existe una edad concreta o una época del año más indicadas para realizarlas. Aunque suelen ser más comunes entre los adultos, cada vez se usa este servicio por personas más jóvenes, en especial deportistas.
El hecho de que se enseñen más los pies en verano, hace que, a medida que se aproxima esta época, haya mayor demanda de quiropodias.
Estas sesiones permiten también que el podólogo revise posibles enfermedadesdermatológicas como papilomas u hongos.
Siempre es mejor la detección precoz de cualquier alteración a nivel de los pies o las uñas, ya que puede prevenir problemas más graves en el futuro.
Un control periódico de nuestros pies es la mejor prevención contra posibles dolencias o patologías.
Suelen realizarse limpiezas de callos que se producen por el roce del calzado o por alguna forma de alteración de la pisada.
Suele cortarse la uña que genera el dolor, evitando molestias, inflamaciones e infecciones.
Las enfermedades de las uñas pueden ser de origen congénito o adquirido. Estas últimas, pueden provenir de causas de origen traumático o sistémico.
Engrosamiento de la piel debido a un aumento de células en la zona. Se conoce popularmente como durezas. Eliminación de las mismas.
Eliminación de las durezas de los talones de los pies.
Lesiones hiperqueratósicas de forma y coloración oscura que crecen hacia dentro. Pueden ser ocasionadas por presión de un hueso o de los zapatos.
La quiropodia es el tratamiento podológico que consiste en la eliminación de callosidades y alteraciones en las uñas de los pies, con el fin de evitar y prevenir posibles molestias provocadas por el uso de un calzado inadecuado
No hay una edad concreta que determine cuándo debemos acudir al podólogo para realizarnos una quiropodia. Es verdad que el sector adulto es más propenso a sufrir molestias en los pies, por lo que su control y y cuidado podológico debe ser más regular.
Sin embargo, el hecho de ser joven no es un indicativo de una salud óptima de los pies. Por ejemplo, las uñas encarnadas son un problema más habitual de los jóvenes por cortar las uñas de los pies de forma incorrecta. Además, los jóvenes suelen tener otros problemas derivados de la práctica deportiva, como los hongos o los papilomas.
Por este motivo cada vez son más jóvenes, sobre todo deportistas, los que visitan nuestras clínicas podológicas para realizar este tratamiento con el fin de controlar la salud de sus pies y prevenir futuras dolencias o patologías que, a largo plazo, puedan afectar en su día a día o en la práctica de su deporte.
Sea cual sea la edad, es aconsejable visitar al podólogo una vez al año para examinar en profundidad todos estos aspectos de nuestros pies y poder realizar un cuidado preventivo.
Debemos hacernos una quiropodia al menos una vez al año, y a partir de ahí es el especialista el que recomienda la frecuencia. Según los requerimientos de las lesiones de cada paciente hay quienes acuden al podólogo para este servicio cada seis meses y quienes lo hacen cada tres o cuatro meses, bimensualmente o incluso mensualmente por problemas en las uñas o en la piel que requieren cuidados constantes.
Las consecuencias son las mismas que si una persona no acudiera nunca al dentista.
Es posible que nunca tenga problemas en la boca o en los pies, pero una detección precoz de cualquier alteración a nivel de los pies o las uñas puede aliviar un problema mayor en el futuro.
Un continuo control de nuestra salud podológica es la mejor prevención para detectar posibles dolencias o patologías. Nuestros pies son los motores que nos llevan a todos los sitios y, como todos los motores, hay que revisarlos y cuidarlos.
No hay una época concreta del año idónea para realizarse una quiropodia, aunque sí es cierto que acercándose el periodo estival se nota una afluencia mucho mayor de pacientes, ya que llega el momento de enseñar los pies con el calzado de verano más abierto.
En cualquier caso, puedes realizarte este tratamiento en cualquier momento del año y siempre que lo necesites.
Es una intervención sencilla y rápida, que va a consistir en la retirada de la matriz de la uña.
La extirpación de un juanete es la cirugía para tratar la deformidad de los huesos del dedo gordo y del pie.
Técnica percutánea sin fijación interna que permite garantizar una corrección eficaz sin dejar cicatrices
La liberación de la fascia plantar se realizar con control ecográfico por cirugía percutánea.
La cirugía de neuroma consiste en liberar el ligamento que comprime el nervio al estrangularlo.
El procedimiento implica realizar una incisión en la parte inferior de la pierna y volver a unir el tendón desgarrado.
Se realiza un pequeño corte en la zona de la fascia plantar para alargarla y de esta forma aliviar las cargas.
Eliminar el dolor localizado en la planta del pie, con tan solo cinco minutos de cirugía, sin incisiones.